Arquidiócesis reprueba comentarios de un párroco que se opone a prohibir operaciones de cambio de sexo para niños
La Arquidiócesis de San Luis reprendió los comentarios hechos por el padre Mitchell Doyen, quien se opone a la legislación que busca prohibir permanentemente las cirugías de cambio de sexo y procedimientos experimentales relacionados para menores en el estado de Missouri.
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En una declaración la semana pasada, la arquidiócesis aclaró que las opiniones de Doyen no se alinean con la enseñanza oficial de la Iglesia sobre el tema, según informó el National Catholic Register.
Doyen, sacerdote de la parroquia St. Josephine Bakhita en el norte de la ciudad de St. Louis, se había pronunciado en contra de los esfuerzos legislativos para prohibir permanentemente los procedimientos de transición de género, incluidas las cirugías, los bloqueadores de la pubertad y las hormonas del sexo opuesto para menores en su estado.
La arquidiócesis dijo que las declaraciones de Doyen, dadas durante una audiencia del comité de la Cámara de Representantes de Missouri la semana pasada, eran su propia opinión y no reflejan las enseñanzas de la Iglesia Católica.
La controversia se centra en la legislación propuesta en Missouri que consolidaría las restricciones existentes sobre procedimientos trans para menores. Las restricciones incluyen prohibición de bloqueadores de la pubertad, hormonas cruzadas y cirugías como la castración y las mastectomías.
La ley actual, promulgada el verano pasado y confirmada en los tribunales en otoño, expirará en agosto de 2027. Sin embargo, los debates legislativos en curso podrían hacer que estas disposiciones se vuelvan permanentes.
En la audiencia, Doyen expresó un punto de vista “compasivo”, abogando por una mayor comprensión de las cuestiones de género. Compartió experiencias personales de amistad con personas transidentificadas y de escuchar sus desafíos y aspiraciones.
Doyen dijo que era importante reconocer la dignidad humana y las vidas complejas de los jóvenes y adultos transidentificados, abogando por que las decisiones se dejen en manos de las familias y los profesionales médicos en lugar de los legisladores.
La Arquidiócesis de St. Louis dice que la Iglesia Católica no apoya las llamadas “intervenciones médicas” diseñadas para alterar las características sexuales de un individuo. La Iglesia Católica cree que tales procedimientos entran en conflicto con la comprensión fundamental de la diferenciación sexual del cuerpo humano.
La declaración de la arquidiócesis buscaba aclarar que, si bien abogan por la compasión y la dignidad para todos, incluidos aquellos que experimentan disforia de género, no respaldan los tratamientos quirúrgicos u hormonales.
La audiencia legislativa también contó con los argumentos de Guillermo Villa Trueba, un cabildero de la Conferencia Católica de Missouri.
Trueba apoyó los proyectos de ley, afirmando que los menores no pueden dar un verdadero consentimiento informado para procedimientos médicos que podrían causar cambios irreversibles y posibles consecuencias de por vida. Luego citó las escrituras bíblicas sobre la aceptación y el cuidado del propio cuerpo.
El mes pasado, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para acabar con el financiamiento, la cobertura y la promoción por parte del gobierno de los procedimientos de cambio de sexo en menores, ya que siguen habiendo preocupaciones sobre sus impactos a largo plazo en la salud mental, física y emocional de los pacientes.
Cuando firmó la orden, Trump declaró que se compromete a "proteger a los niños de la mutilación química y quirúrgica", refiriéndose a los procedimientos de mutilación corporal realizados a menores de 18 años, así como a la prescripción de medicamentos que bloquean la pubertad y las hormonas cruzadas.
“Es política de los Estados Unidos no financiar, patrocinar, promover, ayudar o apoyar la llamada ‘transición’ de un niño de un sexo a otro, y aplicará rigurosamente todas las leyes que prohíban estos procedimientos destructivos y que alteran la vida”, declaró la orden.