Avión de pasajeros colisiona con helicóptero militar cerca del aeropuerto Reagan en Washington D.C.
Un trágico accidente aéreo ocurrió la noche de este miércoles cuando un avión comercial con 60 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo chocó contra un helicóptero militar Blackhawk mientras se aproximaba al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, cerca de Washington D.C. El impacto generó una explosión en el aire y desencadenó una operación de búsqueda y rescate en el río Potomac.
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Hasta el momento de publicar este reporte, no se ha confirmado el número exacto de víctimas ni la causa del choque. Todas las operaciones de despegue y aterrizaje en el aeropuerto fueron suspendidas mientras equipos de rescate, apoyados por helicópteros de diversas agencias, trabajan en la búsqueda de sobrevivientes. Embarcaciones inflables fueron desplegadas en el río Potomac, cerca del punto de impacto.
El presidente Donald Trump reaccionó a la tragedia señalando que había sido “plenamente informado sobre este terrible accidente” y añadió: “Que Dios bendiga sus almas.”
Por su parte, el vicepresidente JD Vance pidió oraciones por las personas afectadas. “Por favor, oren por todos los implicados en la colisión en pleno vuelo cerca del aeropuerto Reagan esta tarde”.
La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que el accidente ocurrió alrededor de las 9 p.m. (hora del Este) cuando el vuelo 5342 de American Airlines, que había partido de Wichita, Kansas, descendía para aterrizar. El jet, un Bombardier CRJ-701 de fabricación canadiense, sufrió una abrupta pérdida de altitud a unos 400 pies sobre el río Potomac y colisionó con la aeronave militar en uno de los espacios aéreos más controlados del mundo, a apenas tres millas de la Casa Blanca y el Capitolio.
Minutos antes del choque, los controladores aéreos pidieron a los pilotos del avión comercial que cambiaran su aproximación a la pista 33, lo que aceptaron. Segundos antes del impacto, un controlador preguntó al helicóptero si tenía visual del avión y luego le ordenó: “PAT 25, pase por detrás del CRJ.” Poco después, ambas aeronaves chocaron y se produjo la explosión.
El transpondedor del avión dejó de transmitir señales unos 2.400 pies antes de la pista de aterrizaje, aproximadamente en el centro del río Potomac. Imágenes captadas por una cámara del Centro Kennedy mostraron dos juegos de luces que se fusionaron en una bola de fuego.
El accidente supone un desafío para la administración del presidente Trump, especialmente para los recién nombrados líderes de las agencias de defensa y transporte.
Pete Hegseth, secretario de Defensa, declaró que su departamento estaba “monitoreando activamente” la situación, mientras que el secretario de Transporte, Sean Duffy, afirmó que se encontraba en la sede de la FAA siguiendo el desarrollo de los hechos.
Este suceso guarda similitudes con el trágico accidente del vuelo de Air Florida en 1982, cuando un avión se estrelló en el río Potomac tras despegar del mismo aeropuerto, cobrando la vida de 78 personas. Las investigaciones en curso intentarán esclarecer las circunstancias exactas de la colisión y determinar si se pudo haber evitado esta tragedia.