Es 'Jesús es solo una muleta', ¿una buena objeción al cristianismo?
A lo largo de los años, una de las objeciones más comunes que he escuchado contra el cristianismo es esta: “Jesús es solo una muleta”. Hace años, cuando escuché eso, no supe cómo responder. Recuerdo haber pensado: “Esa persona necesita una excusa para no ser un seguidor de Cristo”. No estaba lejos.
Ahora que sé más sobre las razones por las que la gente se opone al cristianismo, entiendo mejor esa objeción y me doy cuenta de que probablemente tenga algo que ver con las razones por las que la gente duda del cristianismo, como escribí en un artículo anterior.
Dos cosas que debe saber acerca de esa objeción
1. Esa persona probablemente ha sido lastimada por otra persona o por la iglesia. Él o ella están decepcionados o enojados con Dios, o están cometiendo algún tipo de pecado y no quieren que Dios exista o que el cristianismo sea verdadero.
2. Afirmar que Jesús es una muleta no es un argumento, sino solo una afirmación, y además subjetiva. No se ha ofrecido ningún argumento sobre por qué Jesús no existe, o por qué el cristianismo no es verdadero, como lo insinúan en su comentario. Por lo tanto, ¿por qué alguien debería creer esa afirmación? Esa afirmación no aborda el tema. Un argumento verdadero contiene premisas que deben ser verdaderas para llevar a una conclusión lógica. Muchas veces, las personas simplemente repiten como un loro lo que han escuchado decir a otros sin pensar en por qué realmente aceptan una idea. O, si no tienen un argumento para respaldar su conclusión, solo hacen una afirmación. A veces esa afirmación sale como un ataque ad hominem contra el carácter de uno. La conclusión es que no se ha ofrecido evidencia para convencer a uno de creer en su afirmación.
¿Cómo puede uno responder?
Esta afirmación en particular es interesante porque implica que una muleta es algo malo. Pero no lo es. Piense en esto: cuando una persona necesita muletas, es porque tiene una pierna, un pie o un tobillo rotos, un ligamento desgarrado o porque se está recuperando de una cirugía. En cualquier caso, están rotos. Una muleta es algo bueno. Ayuda a sostenerlos.
Todo el mundo tiene una muleta de algún tipo. Para algunos, puede ser el alcohol, las drogas, el sexo, la fama, la influencia, el poder, una relación, el dinero o algo más. Si les quitan esa muleta, están en problemas. Ese tipo de muletas son prescindibles, temporales, pueden conducir al pecado, la adicción, la pérdida de trabajos o la ruina de matrimonios y vidas, a veces la muerte, y solo son buenas en el mundo físico. Pero todo el mundo tiene una muleta.
Estamos quebrantados sin Cristo. La verdadera pregunta aquí es esta: en tiempos de problemas, ¿puede sostenerte tu muleta? Tengo una muleta que nunca me pueden quitar sin importar mis circunstancias. Mi muleta no es de este mundo. Es fuerte, fiel, siempre disponible y eterna. Mi muleta sostiene mi alma. ¿Puede el tuyo? Si no, ¿cuál es tu muleta?