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Denzel Washington odiaba a Dios, pero ahora dice que le pusieron "en este planeta para predicar"

Denzel Washington odiaba a Dios, pero ahora dice que le pusieron "en este planeta para predicar"

El actor Denzel Washington habla con miembros del equipo de fútbol de la Universidad de Colorado en marzo de 2025. | | YouTube/ Well Off Media

El actor Denzel Washington declaró recientemente a los miembros del equipo de fútbol americano de la Universidad de Colorado Boulder, entrenado por la leyenda de la NFL, Deion Sanders, que “Dios me puso en este planeta para predicar”. Además, compartió su experiencia, desde ser un enemigo de Dios hasta convertirse en un seguidor de Cristo.

Un video publicado en YouTube muestra a Washington hablando por videoconferencia con el equipo de fútbol americano meses después de ser bautizado y obtener su licencia ministerial.

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Washington comenzó su discurso diciendo: “Que en todo lo que diga, las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean gratas a Dios”.

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Washington, quien creció en la iglesia, se describió a sí mismo como "un hombre de Dios que ha pasado por todas las maquinaciones de la fe, desde la fe hasta el '¡Al diablo!'". Él recordó cómo, en un momento dado, "rechacé a Dios. Yo odiaba a Dios".

"Yo no he tenido paciencia con Dios, y Dios solo ha tenido paciencia conmigo. Por eso lo llaman gracia", añadió Washington.

Washington, de 70 años, dijo que anotó las palabras "plataforma, propósito y potencial" antes de hablar con el equipo: "Todos tenemos diferentes plataformas. Algunos serán estrellas. Otros nunca lo serán".

"Todos tenemos un propósito en la vida, y estoy aquí para decirles que Dios no los puso aquí para jugar al fútbol americano", afirmó. "Les dio ese don, pero ese no es su propósito en la vida, porque una rodilla, un hombro, un tobillo, un tendón de Aquiles, una conmoción cerebral pueden acabar con eso".

Washington aseguró a los estudiantes que todos tienen "ese potencial divino para ser grandes".

Tras recordar cómo cambió de carrera durante sus años universitarios, Washington dijo que encontró su camino hacia la actuación en su penúltimo año.

"Nunca quise ser actor. Nunca pensé en actuar. No conocía a ningún actor, pero descubrí rápidamente que esa era mi habilidad divina, y a lo largo de estos 40-50 años de carrera, descubrí que eso era mi propósito divino", declaró.

"Dios no me puso en este planeta para actuar; Dios me puso en este planeta para predicar", aseguró.

Washington recordó una conversación que tuvo con una cliente en el salón de belleza de su madre después de suspender la universidad hace 50 años: Ella me dijo: 'Joven, vas a viajar por el mundo y predicar a millones de personas'".

Washington sugirió que sus comentarios a los jugadores de fútbol americano universitario en ese momento constituían el cumplimiento de esa profecía. Enfatizó que "algo que todos tenemos en común es la habilidad dada por Dios" y les aseguró a los atletas: "Ustedes no tienen por qué saberlo ahora".

Hablando más sobre su educación, Washington dijo que la "única razón" por la que no les hablaba desde la cárcel era por la gracia de Dios. Recordó cómo tres de sus amigos más cercanos estuvieron en prisión.

"Solo por la gracia de Dios yo no fui", dijo. "Hice lo que ellos hicieron. Me inyecté drogas a los 13 años. Vendí drogas, vendí marihuana, vendí heroína, vendí cocaína". Me inyectaba drogas a los 13 años, pero ese no era el plan de Dios para mí.

Durante una sesión de preguntas y respuestas, Washington dijo: "Dios me encontró mucho antes de que yo lo encontrara a él". Contó otra historia de su infancia que, para él, ilustraba "cuánto me ama Dios".

"La única vez que me inyecté drogas en el brazo yo estaba en un colegio privado y estábamos en el baño. El chico me estaba enseñando cómo, y entró el director, y literalmente, la aguja colgaba de mi brazo, y lo oímos, y dijimos: '¿Viene para acá? Sé que si viene, se acabó todo para mí'. Y no vino".

El actor proporcionó más detalles sobre su "camino de 70 años con el Señor".

"Yo estaba lleno del Espíritu Santo en los ochentas, y todavía quería ir de fiesta, todavía quería ir tras mujeres y hacer todo tipo de cosas. "No hago nada de eso ahora", añadió.

Le recalcó al público que "no es una competencia" y declaró: "Nadie está más cerca de Dios que otra persona".

Washington concluyó la charla con un consejo para los jugadores: "Levántense por la mañana y guarden silencio. No me refiero a orar, solo a guardar silencio, a poner los pies en el suelo. Intenten tomarse dos minutos y simplemente guarden silencio. Respiren. Escuchen".